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Alcachofa de Benicarló

Introducido por los árabes en el siglo VIII, el cultivo de la alcachofa de Benicarló tiene una larga tradición en la zona del Baix Maestrat de Castellón. Las prácticas agrícolas transmitidas de generación en generación, junto con las características edafoclimáticas de la zona, son el elemento distintivo de la alcachofa de Benicarló.

La Alcachofa de Benicarló tiene su zona de producción en la parte norte de la provincia de Castellón, concretamente en los términos municipales de Benicarló, Càlig, Peñíscola i Vinaròs.

El Mediterráneo ejerce un efecto benefactor sobre estas tierras, preservándolas de fuertes oscilaciones térmicas para obtener una alcachofa que destaca por su forma chata y compacta y su peculiar hoyuelo.


La zona de producción está constituida por los términos municipales de Benicarló, Cálig, Peñíscola y Vinaròs, todos ellos cercanos a la costa y situados en la comarca del “Baix Maestrat”. El mediterráneo baña estas costas, ejerce un efecto benefactor sobre estas ricas tierras. Estas especiales características micro climáticas permiten que la alcachofa se desarrolle con una calidad excelente, redonda, consistente y compacta. Además, le confieren, de forma natural, una extraordinaria resistencia que, en condiciones óptimas de conservación, ofrece una larga duración sin mermar su alta calidad, el tiempo que retrasa el ennegrecimiento producido por los fermentos oxidantes contenidos en la alcachofa, confiriéndole un aspecto inmejorable durante más tiempo. Todas las operaciones de cultivo, se hacen de manera manual y tradicional hasta la recolección en donde se van seleccionando con esmero día a día las alcachofas a recolectar en su punto óptimo. Estas fases y las intermedias las realiza el agricultor con gran cuidado, fruto de una profesionalidad y tradición desarrollada a través de varias generaciones. Para disfrutar de todo su sabor, la alcachofa debe consumirse fresca, sus hojas han de ser flexibles, resistentes y estar muy apretadas.
La Denominación de origen protegida "Alcachofa de Benicarló", y su reglamentación específica, fue aprobada en 1998. Gran parte de este reconocimiento obedece al buen hacer tradicional del agricultor de la zona, que generación tras generación ha sabido trabajar con empeño y esmero estas tierras que siempre destacaron por la calidad de sus productos.
La alcachofa es una hortaliza con múltiples propiedades nutricionales. Tiene muy pocas calorías y aporta minerales y vitaminas como el potasio, sodio, calcio y vitamina A. Tiene un alto contenido en fibra, que ayuda a reducir la glucemia en sangre y protege contra el estreñimiento. Además, contiene fitoesteroles que contribuyen a regular los niveles de colesterol y ayudar en la eliminación de retención de líquidos.
La temporada de la alcachofa se extiende de octubre a junio, período en que las tierras del Baix Maestrat se visten de tonos verdes de distintos matices y texturas. El paisaje de la huerta del Baix Maestrat destaca por su fertilidad, la experiencia de sus agricultores y la influencia del clima mediterráneo. En estas tierras se cultivan la alcachofa de Benicarló, una verdadera joya de la huerta coronada como la reina del invierno.
La Fiesta de la Alcachofa se celebra en enero con una tradicional torrà (parrillada), que se acompaña de una Demostración Gastronómica de los restaurantes de la zona para deleite de vecinos y visitantes. La alcachofa de Benicarló es la base de un sinfín de platos y recetas de invierno, como los corazones de alcachofa crujientes de Anay Bueno, chef del restaurante Cor de Carxofa de Benicarló, o las alcachofas de Benicarló confitadas con queso de cabra y mermelada de tomate, receta del restaurante tapería Xanadú.