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Cerezas de la Montaña de Alicante

Las Cerezas IGP de la Montaña de Alicante crecen en un microclima mediterráneo templado de elevada pluviometría, con temperaturas frías en invierno y templadas en primavera, con muchas horas de sol y un suelo calizo superior a la media. La naturaleza favorece el cultivo de esta cereza excepcional, a la que el clima, agua y suelo del territorio confieren precocidad y cuya producción media anual oscila entre 1.500.000 y 4.000.000 de kgs.

Cultivo introducido por los romanos y desarrollado en la época árabe, la temporada de cereza abarca de mediados de abril a finales de julio. Las variedades predominantes son Burlat, como variedad precoz, y Stark Hardy Geant, como variedad de media estación.

La zona de producción está situada al norte de la provincia de Alicante y al sur de la provincia de Valencia y comprende los municipios de Vall de Gallinera, Planes, Benimarfull, Vall d’Alcalá, Almudaina, Vall d’Ebo, Ibi, Alcoy, Jijona, Muro de Alcoy y Villena en Alicante y Onteniente y Bocairent en Valencia.

 
Las cerezas de la Montaña de Alicante se cultivan al norte de la provincia de Alicante y al sur de la provincia de Valencia, en una zona de secano con mínima incidencia de plagas y enfermedades donde las especiales características del suelo y el clima mediterráneo templado ofrecen un producto de calidad excepcional. La naturaleza favorece el cultivo de la cereza en este territorio, con una recolección manual y esmerada para proteger y seleccionar el fruto cuando éste alcanza su grado óptimo de madurez. Las cerezas de la montaña de Alicante son las más precoces y se caracterizan por su dulzor, su pulpa jugosa y consistente, su piel fina y su color rojo intenso.
La Indicación Geográfica Protegida Cerezas de La Montaña de Alicante certifica desde 1991 la exquisita calidad de sus cerezas, distinguiéndolas con su sello de calidad IGP para garantizar la calidad vinculada al origen y la sostenibilidad en los métodos de producción y recolección de las frutas.
Las cerezas de la Montaña de Alicante tienen una composición nutricional que aporta múltiples beneficios a nuestra salud, principalmente por su alto contenido en antocianinas, que confiere gran poder antioxidante. Este mismo compuesto es el responsable de sus propiedades depurativas, ya que también ayudan a eliminar toxinas, combatir el estreñimiento, regular los niveles de azúcar en sangre y fortalecer el sistema inmunológico.
Las cerezas de Alicante se cultivan en un paisaje de relieve montañoso, en el que se suceden valles y cimas bajo el influjo del mar Mediterráneo. La orografía marcada, montañosa e irregular, da lugar a terrazas esculpidas en la falda de la montaña que solo permiten una única línea de árboles. Todo ello conforma una imagen definida que alcanza su máximo esplendor durante la época de floración.
Cada primavera se celebra la Fiesta de la Cereza, donde se homenajea a esta fruta mediante charlas, concursos, actividades y visitas a campos de cerezos y a plantas de envasado para dar a conocer un proceso de manipulado totaltamente artesanal.